La sudoración excesiva se localiza principalmente en tres puntos:
– El sudor de las manos puede complicar la realización de algunos trabajos e impedir la cotidiana utilización de instrumentos o herramientas (ordenador, bolígrafos, manipulación de objetos/alimentos..) o simplemente saludar dando la mano puede suponer un gran problema.
– El sudor de la axilas puede obligar a cambiar de ropa varias veces al día, lo que dificulta la posibilidad de desempeñar algunos tipos de trabajos (dependientes, comerciales).
– La piel de los pies puede llegar a dañarse al estar encerrados dentro de un calzado húmedo.
El olor puede ser también un problema, en particular en las axilas y los pies.
Para controlar el sudor de las axilas se aconseja usar un antitranspirante en formato roll-on. Para manos y pies, en cambio, resulta más adecuada la aplicación de una loción antitranspirante que nos ayude a controlar esta sudoración excesiva.