Líquidos para una hidratación adecuada

Desde Gaudeamus Café queremos compartir contigo una serie de recomendaciones. Sabemos lo importante que son los líquidos para el organismo y lo que supone en un momento de sudoración excesiva.

Así que os dejamos algunas pautas:

AGUA

Para equilibrar la transpiración de la piel lo mejor es cuidar no sólo la ingesta de alimentos sino también de líquidos. En circunstancias normales lo más recomendable es beber abundante agua, entre 1,5 y 2 litros al día. Ahora bien, esta cantidad debe incrementarse si la temperatura ambiente es elevada o realizamos ejercicio físico, pues ambas situaciones incrementan la sudoración debido al aumento del calor corporal.

ZUMOS

Se cree que hay otras bebidas que podrían tener un efecto positivo sobre la sudoración excesiva, como los zumos de frutas naturales (evitar los envasados ya que muchos de ellos están azucarados). La piña es una de las frutas más recomendables, tanto para ingerir directamente como para hacerlo en zumo, ya que tiene propiedades anticoagulantes y favorece no solo la circulación sino también la digestión.

INFUSIONES

Las fitoterapia (tratamiento de enfermedades mediante plantas o sustancias vegetales) también se utiliza para intentar controlar la sudoración. De ahí que se recomiende beber infusiones de plantas que favorezcan la relajación, como por ejemplo la manzanilla, tila, azahar o melisa. La infusión de salvia es también recomendable pues regula la transpiración de la piel.

NO CONSUMIR

Es vital intentar evitar el consumo de sustancias que exciten nuestro sistema nervioso, como por ejemplo el café, té, alcohol y tabaco. Todos estos productos provocan una excesiva sudoración.

Consejos:

Cualquier actividad que equilibre el sistema nervioso y por lo tanto favorezca la desaparición del estrés, ayuda a controlar el exceso de sudoración. Por ese motivo es recomendable realizar ejercicio físico varias veces en semana.

Para favorecer la relajación también podemos recurrir a diferentes técnicas como la meditación o el yoga que “neutralizan” la aparición de ansiedad.